domingo, 1 de mayo de 2011

Beatificación de Juan Pablo II


















Llegó el día tan esperado, 1 de Mayo.






Seguramente muchos de nosotros nos vendrá a la cabeza escenas de las JMJ y reuniones que hemos tenido con el beato Juan Pablo II:






- En Santiago de Compostela , en el Monte del Gozo, Agosto de 1998. Esperábamos al Papa en la vigilia el día anterior. Dormíamos al raso en el monte (menos mal que no llovió, que para ser Galicia, nos hizo un regalo muy apreciado). En el suelo, bolsa de plástico grande de basura, que a su vez, nos tapaba. Dormíamos en saco. Recuerdo a "un valiente" haciendo footing, con pantalón corto, por todo el monte, de "madrugá". Todos le aplaudíamos al pasar a nuestro lado .






Íban nombrando a las distintas asociaciones y grupos, países que nos habíamos congregado allí. Cuando llegaba el turno en el que te nombraban, aplaudías, gritabas, te emocionabas. Gentes de todo el mundo, edad (aunque se suponía que era para jóvenes), color, ideología; tan sólo nos unía el amor a Jesús y al Papa, y era una unión muy intensa, sólo con eso bastaba, para volcarte en las necesidades de los demás.

Los ojos casi pegados cuando llegó el Papa al monte. En el momento de verlo, se te hacía un nudo en la garganta y emocionados chillábamos: "Juan Pablo II, te quiere todo el mundo" y muchas cosas más. Se te olvidaban todas las incomodidades. Eran momentos muy, muy emocionantes.




Para ser sincera, no recuerdo mucho el mensaje que nos transmitió (tenía poca edad, je,je), pero sí recuerdo el ambiente, que me encantó.






- En Roma, 17 de Mayo de 1992. Beatificación de Josemaría Escrivá de Balaguer. Plaza de San Pedro, nos situamos cerca de una barrera por donde iba a pasar. Llegó el momento, cámara a mano. Casi no podías hacer la foto de las lágrimas que te nublaban la vista.






- En Roma, 18 de Mayo de 1992. Misa de acción de gracias por la beatificación de Josemaría Escrivá. Celebramos el cumpleaños del Papa. Todos en la plaza cantamos cumpleaños feliz al Papa.






- En El Rocío, Huelva, no recuerdo bien la fecha, abril-mayo, 1993-4. La aldea del Rocío, abarrotada de gente. Pudimos ver al Papa asomado al balcón de la ermita del Rocío.


Sí recuerdo que el Papa nos dijo: "dejad el polvo del camino". Toda la aldea era puro polvo. ¿Cómo podíamos quitarnos ese polvo?; no era ese polvo al que se refería el Papa, sino al polvo de la tristeza, desesperanza, de la comodidad y muchas cosas más.


Os dejo, que me requieren mis churrumbeles.


En otra ocasión, sigo.


Me despido,


Ana de las Tejas Verdes.



















viernes, 22 de abril de 2011

Testimonios impresionantes

Quería haceros partícipe de un testimonio de una señora, yo la llamaría chica, que es impresionante; madre de 3 niñas. Son un poco largos, pero son tan impresionantes, que te quedas pegad@ a la silla, si dispones de ese tiempo, claro y si no, cuando tengas que planchar, te lo pones mientras lo haces. Me decís si os gusta.
















Os dejo también el vídeo del testimonio de Ana, cuyo 4º hijo tiene Síndrome de Down.

Espero que os guste tanto como a mí.



miércoles, 13 de abril de 2011

Menuda corrida, ¡con orejas y todo!





Ocurrió hace ya varios años. Invitaron a unos amigos a la inaguración de la plaza de toros de La Carlota. Los invitaron.... a llevar un enganche, una limonera (es decir un caballo que lleva un coche), con flamencas incluidas, como parte del espectáculo de la inaguración. Ya la cosa no empezó del todo bien, ya que pidieron a las flamencas, que se montaran a la grupa de sendos caballos, ya que "les habían fallado"sus flamencas, y claro, como era cuestión de lucimiento, los caballos lucían mejor con unas flamencas a la grupa. Salieron a la placita, toda estilosa, pequeñita, (no como Las Ventas), y he aquí, que la flamenca que iba montada sobre la jaca con el paisano más robusto (llamémoslo así), empezó a notar que estaba pingando (es decir, retrotando, dando saltos en las patas traseras); caray, cada vez, pingaba más, y a Dios gracias, tenía dónde agarrarse (ya he descrito la condición del jinete). Llegó un momento, que la plaza entera, pendiente de la inclinación de la flamenca, cada vez, más cerca del suelo, soltaba : uuuuuuuuy, y ....., otra vuelta, y otra más. Aquello parecía que no iba a terminar. Falta decir que al día siguiente, a la susodicha flamenca, la iban a pedir en matrimonio: ¡cómo estaba sufriendo el novio!, ¿me quedaré sin novia?¿qué haré con el regalo?(con lo que me había costado, y ahora, para nada). Acabó ese "numerito", y le tocó el turno a la limonera. Se colocaron las flamencas, "enteras", con cara de alivio y ¡ale!, camina Honrado (así se llamaba el caballo), derecho a la pista, "pá lucirnos". Cuando Honrado llegó a la plaza, entre los focos, la gente, "el nerviosimo de lucirse", no le dió por otra cosa, que ponerse a dos patas, y claro, el pobrecillo ¡se cayó para atrás del susto! ¡Qué catástrofe! Casi se queda en el sitio; alguien raudo, cortó la cincha y el correaje que unía el caballo al enganche. Todos boquiabiertos, pero Honrado, ¿cómo nos has hecho esto?; pues nada, cosas del directo. A las flamencas, que ya se habían lucido antes, hasta casi lo agradecieron. El siguiente "numerito" (llamémoslo así), era un rejoneador, que se daba poca maña, ya que la vaquilla le cogió la vez, y corría por dentro de la plaza, y él por fuera, con lo cual, ¡toma astazo, y otro, y otro!; el pobre caballo quedó más agujereado que un colador. Para terminar la gloriosa tarde, de espectáculo (si que lo dieron sí, entre todos), toreaba un novillero, conocido, casualmente, amigo de esta familia, (que tan gentilmente se había ofrecido "a lucirse"). ¡Cómo toreó!, ¡con qué arte! esto sí que es torear, y lo demás es tontería. Se ganó ¡2 orejas!, si ya lo decía, que lo hizo muy bien (según me contaban). Al hacer el paseillo, brindó una de las orejas, a una de las chicas de esta familia, que tan contenta ella, se quedó con la oreja, de su amigo, el novillero. Esa oreja," la sufrió" durante años su pobre madre, cada vez, que abría el congelador de su casa y se encontraba "tiesa", la oreja, que tan gentilmente habían regalado a su hija. Se despide, Ana de las Tejas Verdes

Juan Pablo II, "desde otra perspectiva más fría"


Me contaba "un casco azul", que en Bosnia (creo recordar), fué enviado a una misión muy especial: hacer de cordón disuasorio alrededor de dónde estaba durmiendo Juan Pablo II. La escolta dormía a la interperie, protegidos por un poncho, como cobijo (traducido: que pasaban más frío que Jaimito en Alaska). De hecho un compañero casi se queda en el sitio congelado. Mientras me lo relataba estaba pensando : ¡Qué suerte, ser el centinela del Vicecristo en la tierra!. Ahí queda eso. Se despide, Ana de las Tejas Verdes.

lunes, 11 de abril de 2011

Sarajevo


En cierta ocasión me topé en mi vida con una persona, experimentada en la vida: casco azul, boina verde, policía militar, escolta secreta. A todos los destinos "más difíciles", había querido ir, ¡como voluntario!

Le pregunté, que porqué lo había hecho, y me contestó: y, porqué no? ; la vida es difícil, y él contesta: "nadie ha dicho, que no lo fuera".

Le pedí que me contara una anécdota,y me contó la más impresionante, que le había hecho hasta llorar.

Corredor de Stolav, 1995, Agosto.

Limpieza étnica entre bosnios y croatas, en Sarajevo. Cifra oficial 5000 personas muertas, cifra extraoficial, 10.000 muertos, en su mayoría hombres y mujeres, un exterminio.

Había sido enviado como casco azul de la ONU; fueron a un campo de refugiados, para entregar víveres , cocinas y ¡caramelos!. Como la cifra oficial estaba muy por debajo de lo real, no había para todos.

La gran mayoría de los refugiados eran niños, que no superaban los 7 años de vida y ancianas, muy ancianas. El resto de personas, estaban muy mutiladas.

Descargaban lo que traían, y a los niños que se acercaban, les daban caramelos, que resultaban insuficientes, y había tortas, para conseguir uno.

Les llamó poderosamente la atención, que separado del grupo, había un niño, de unos 4 años, que no disputaba por el "tesoro", que traían.

Llamaron a un intérprete, para preguntarle al niño qué le pasaba. Nada, no hablaba.

Se acercó una anciana y les explicó, que ella era hermana de su abuela, y que habían asesinado a toda su familia. Se pasó todo el día junto a ellos.

Al llegar la noche, el niño cogió un caramelo y les dió las gracias.

La anciana, se echó a llorar, y les explicó, que ese niño llevaba ¡2 años sin hablar! ; les besó las manos y les entregó un rosario. Les deseó que si tuvieran un hijo, que fueran tan feliz, como lo era en esos momentos su nieto.

A los pocos años nació una hija de este casco azul, y le tiene guardado el rosario, que le regaló la anciana.

Se despide,

Ana de las Tejas Verdes


Un veterinario........¡en apuros!




De siempre me habían gustado los animales.

En un viaje que hizo mi madre a la capital, me trajo un libro, que me marcó muchísimo "Todas las criaturas, grandes y pequeñas", de James Herriot.

Contaba las aventuras de un veterinario en el valle de Yorksire. Muy divertido. Creo que a raíz de leerlo, se forjó mi vocación profesional.

Sin embargo, apuntaba en otra dirección de pequeña, cuando de viaje en una ocasión con mis padres, se cruzó un perrito; el comentario de algún hermano fue: ¡ahh, qué bonito! y el mío ¡vamos a pillarlo!

Eso cambió a raíz de leer el libro.(Cómo nos puede marcar la lectura de un libro, es asombroso).

Me contaba una amiga veterinaria, que el primer día de prácticas en el departamento de Patología General, como alumna interna, le pasó lo siguiente:

Ingresaron a un chuchillo (sin raza, pero qué listo el ca.....), cojo, cojísimo de una pata. Se lo entregó el profesor encargado de pasar consulta, sujeto por un collar. No se sabe, cómo pasó ¡pero pasó!!!!! El perrito de marras SE ESCAPÓ. Sí, como lo lees. Se soltó del collar y ni corto ni perezoso, salió por la puerta de la consulta, se metió en el pasillo de la facultad de Veterinaria, y salió por la puerta grande! El joío, cómo corría. Ni cojo, ni ná.

Calle adelante, cruzó por una avenida principal; NADIE LE ATROPELLÓ, y siguió corriendo.

Mi amiga, visto el percal, se topó con una moto, y como en las pelis, cual taxi dijo: siga a ese chucho. La moto veloz, serpenteando por calles, aceras y lo que se le pusiera por delante. Delante el hidalgo ....joío (que no lo lea mi madre), corriendo con una maña asombrosa. Mi amiga me aseguraba que estaba, cojo, requetecojo. Se adentró por una zona de callejuelas moriscas, preciosas, lo que pasa que mi amiga no estaba para recrearse la vista.

Nada, ya no sé cómo llamarlo, DESAPARECIÓ, sí, así como lo oyes. Como un ganster que tuviera una tapadera. Ni rastro.

Se despidió del motorista, no sin antes pedirle que le devolviera a la facultad, porque estaba en la otra punta de la ciudad.

Compungida, qué le iba a decir al profe? y a su dueño? ¡Que su perrito cojo, había corrido más que ella!¡Qué vergüenza! Creo que es por ello, por lo que mi amiga se entrena para ganar, no sé que carrera.

Qué suerte tuvo; no la echaron del departamento. Motivos tenían.

Otro amigo veterinario, me contó, que trabajando en una pajarería, como veterinario, tuvo un cliente muy especial. Una tarde, se acercaron a su consulta 3 ó 4 niños (no recuerda el nº, sí que eran varios), con un pajarito entre las manos de uno de ellos.

El pájaro en cuestión, tenía una argolla que se le estaba clavando en la pata.

De pájaros no entendía, "ni flowers", pero pensó: un antiinflamatorio le irá bien. Ni corto ni perezoso, le clavó la banderilla al pobre pajarillo y, se quedó ¡más tieso que la mojama! Menudo disgusto. Se le quedó una cara de tonto, ¡que ni Cantinflas, en sus mejores pelis!. Se lo entregó a los niños. Les cobró la consulta y se despidió muy compungido. Menuda cara, ¡encima, cobrarles! ya le dije unas cuantas cosas a mi amigo (que para eso están los amigos, o no?).

Me despido,

Ana de las Tejas Verdes

domingo, 10 de abril de 2011

Ajedrez, qué gran invento


Me contaron no hace mucho, las grandes ventajas que tenía saber

jugar al ajedrez, para el desarrollo intelectual.

Indagué dónde podía conseguir un juego de ajedrez para niños, y averigüé que existía "El pequeño Fritz I y II".

Enseñan a los niños a jugar al ajedrez de forma divertida y dinámica. Les gusta mucho, porque es como un cuento de dibujos animados, en el que se interacciona.

Encontré el volumen I, en la biblioteca del Forum, y el II, en el de

Durán Loriga.

Cuando dí el paso de comprarlos, los encontré en Imaginarium. ¡Una gran inversión!

Sirve para tener estrategia, saber preveer, las matemáticas y un sinfín de cosas más.

Espero que os sirva de algo.

Un saludo,

Ana de las Tejas Verdes

Gerónimo Stilton







Ayer fuimos a que nos firmara un libro, por barba,(llevamos varios cada uno, y nos quedamos un tanto chafados), Gerónimo Stilton, conocido autor de libros infantiles. Los niños estaban encantados.

Me contaba una amiga, que sus hijos se habían aficionado a la lectura, al leerle cada noche un cuento. Me decía que se había dado cuenta que tenía que darles tiempo para leer, y que si optaban por ver la tv después de cenar, no les daba tiempo a leer, ya que sus niños eran todavía pequeños, y se acostaban pronto. Tenían que elegir entre ver la tv o leer.

Uno de los profesores de sus hijos, también había animado a su hijo mayor a leer. Al ser el mayor, "tiraba" de los demás. ¡Cuánto bien puede hacer el ejemplo del@ mayor!

También me habló de unos libros que tenía, para entretener y pasárselo pipa con sus hijos:

365 actividades sin tv.

365 juegos para multiplicar la inteligencia.

230 juegos para toda la familia.

150 juegos no competitivos.

(Esto va de números)

El fantástico libro para los días de lluvia.

Tomé nota.

Un saludo,

Ana de las Tejas Verdes


lunes, 4 de abril de 2011

Antes, durante y.....después de un concierto

La semana pasada tocaban en el teatro Colón, la "Orquestra Filharmónica de Moscova", con Yuri Simonov de director y Valery Oistrakh, de violín (primera vez en Galicia). Empezaba el concierto a las 20.30. La primera pieza que tocaron, fue un bodrio; música tétrica para una película de terror. Mi marido y yo nos miramos horrorizados. Pensé, como no soy muy ducha en esto de la música clásica: será "normal". Cuando estuvimos comentando en el entreacto con un amigo, más entendido, la primera pieza, nos aclaró, que no había por donde cogerla. Me quedé más tranquila pensando que no era que yo no entendía la música, sino que de por sí era un tostonazo; respiré tranquila. El resto del concierto fue maravilloso. El violín tocó maravillosamente, me recordaba a la cena de "Tú a Boston y yo a California". Nuestro amigo "entendido" nos dijo que no tocaba con mucho nervio, pero a mí sí me gustó. Me empecé a impacientar a eso de las 22.30 de la noche, porque aunque estaba disfrutando horrores, no hacía más que pensar en un pescado que me había dejado olvidado en la nevera de una amiga, al ir a comer a su casa. Me acordaba del pescado cada vez que el director se marchaba y volvía debido a la duración de los aplausos y volvía a tocar otra pieza (preciosa por cierto). Yo hacía ademán de levantarme, pero mi marido me pedía moderación y educación para con la orquesta, ya que el público no hacía más que aplaudir requiriendo que tocaran otra pieza ¡y mi pescado, qué? Había comprado una merlucita rica, para que no se quejaran del pescado congelado que siempre compro. Además al día siguiente era viernes, y como me estaba recordando Mercadona contantemente mientras hacía la compra: "Estamos en Cuaresma, y por consiguiente, tenemos un bacalao, muy bien de precio y calidad". Hasta tres veces se fué el director y volvió para tocarnos sendas piezas! Duró hasta las 23 h. Una maravilla (adiós pescado!) La cosa terminó al día siguiente. Me desperté, por despertar natural a las 6.30 (luego comprobé que ese reloj, no tenía la hora cambiada y actualizada!); dónde había puesto mi teléfono que es el encargado de despertarme por las mañana? Llegaba "con la hora justita", para variar y se me ocurrió llamarme para localizar el móvil. Nada, sin rastro del móvil, niños en el coche preparados y casi las 9! En esto, que cuelgo el teléfono y suena acto seguido. Dudé si cogerlo (como fuera un plasta de telefónica, iba listo). ¿Aquí el teatro Colón, con quién tengo el gusto de hablar?; miré ¡y era el número de mi móvil!!!!! Pensando en el pescado, me lo había dejado en el teatro, ¡y yo sin coscarme! Me dijeron que podía pasar a recogerlo "por la entrada de artistas" (todavía me iba a sentir importante por perder el móvil). Lo recogí, pude hacer algunas fotos, y por las mismas me marché. El pescado lo recuperé por la mañana, gracias al sol de mi amiga que me lo llevó al colegio. Todavía dudé en dejarlo en "Casa Tito" de camino a la ciudad (por el tiempo apretadillo), pero me contuve no fuera a ser que me lo dejara definitivamente allí. Me salió bastante rico, o por lo menos se lo comieron todo, sin dejar nada ¡todo un logro!. Se despide, Ana de las Tejas Verdes

domingo, 3 de abril de 2011

El no también te ayuda a crecer

Me comentaba el otro día una amiga que le habían recomendado este libro. Expone casos extremos de niños, que "son insoportables", desobedientes, maleducados, tiranos, y cuyos padres recurren a una psicóloga (la autora), para poner remedio, a "ese infierno". El caso de mi amiga no era para tirarse de los pelos, pero me decía, que le había ayudado mucho el libro, a "darse cuenta", de que sus hijos le estaban tomando el pelo de mala manera. No se había dado cuenta hasta ahora, a pesar de que la mitad del mundo se lo decía. Es cuestión de "ver" y con el libro, se le abrieron los ojos. Lo he leído, y me ha gustado mucho, como a mi amiga. Os animo a ello. Lo podéis adquirir en cualquier librería que tenga libros sobre educación. Hay dos versiones (según sea de bolsillo o no). Se despide, Ana de las Tejas Verdes